Todos sabemos que en septiembre y en enero a todos nos entra una fiebre repentina por hacer un listado de propósitos que, habitualmente, no llegamos a cumplir… por eso, yo, este año, no me había propuesto nada y oye, tan feliz que vivía….
Hasta que mis queridas Patatita y Ratita (a que molan sus nombres?) decidieron remover mi dormida conciencia y así, sin quererlo ni beberlo, y apenas sin darme cuenta, descubro que tengo un propósito por cumplir… y qué propósito!!!!
Se trata de controlar nuestro innato afán consumista y “sobrevivir” con lo que tenemos en nuestros armarios, que, dicho sea de paso, no es que sea mucho, es que es muchísimo…
Por que si, reconozco que muchas, muchísimas veces, compramos cosas que realmente no necesitamos, incluso que tenemos si no iguales, muy parecidas y al final tenemos los armarios “empetaos” (busca un diccionario gaditano-español si no entiendes este bonito palabro) y, a no ser que tengas un vestidor a lo Carrie Bradshaw, que no es mi caso, no hay quien mantenga todo en un orden mínimo para saber todo lo que tienes y entras en un bucle de compro-guardo-no encuentro-vuelvo a comprar que será magnífico para levantar la economía del país, pero para la nuestra, pues va a ser que no…
Os preguntaréis como demonios voy a cumplir este propósito… pues ni idea, para que os voy a engañar, pero así, para empezar, voy a poner en práctica algunos de los truquillos que mis queridas gurusas han tenido a bien compartir con nosotros…
-Revisar a fondo el armario (con sus cajones incluidos) para redescubrir todo lo que tengo…
-Tunear todo lo posible, cualquier trapo tiene derecho a una segunda oportunidad…
-Hacer fotografías a los bolsos, zapatos y demás complementos que no podemos, por cuestión de espacio, tener tan a mano para no olvidarnos de que existen…
-Analizar revistas/blogs streetstyle y guardar esos looks que nos convencen y que podemos crear con lo que tenemos en casa, para no caer en el clásico “no tengo nada que ponerme” y lanzarse al shopping con desesperación…
¿No parece muy difícil, no? (no, qué va…!)
Pues nada, queridas gurusas, acepto el reto y no dudéis que lo conseguiré…
Y no, no ha acabado la tortura, en el próximo post, seguiré con las fotos del viaje a NY…